Tenemos que hablar… ¡sobre la impresión digital textil!
Hoy en día es muy normal que vayamos a cualquier tienda de ropa y encontremos todo tipo de ilustraciones en las prendas. Tenemos siempre muuucho donde elegir ¿verdad? Incluso últimamente podemos encontrar prendas un poco más «frikis» (de las que nos gustan :3) con los logos de nuestras películas o sagas favoritas.
¿Te has fijado alguna vez en la textura de esas ilustraciones? ¿A qué se nota que no tiene la misma que la prenda en sí?
Hay varias formas de realizar lo que sería la estampación de la imagen a la prenda. Dejando de lado las técnicas realizadas con hilos (como los bordados), las tres principales técnicas de estampación textil de las que hablaremos en esta entrada son: sublimación, transfer y serigrafía.
Diferencia entre sublimación, transfer y serigrafía
Sublimación
Se trata de un sistema de transferencia de imagen por calor y presión, por lo que también se puede referir a esta técnica como termo fijación. La ilustración o diseño se debe imprimir primero de todo en un papel especial de impresión digital y, una vez impreso, se traspasa al material final.
Con esta técnica se consigue una impresión casi imperceptible al tacto, ya que gracias al método se consigue que la ilustración forme parte de la prenda (como mucho se notaría el tacto del planchado).
Otra de las cualidades de esta técnica es su durabilidad, ya que como comentamos, al formar parte de la prenda, no se va a desprender con facilidad por el uso o el lavado.
Al ser una impresión de una imagen o ilustración directamente por calor y presión, la gama de colores a sublimar se limita por la impresora, es decir, la calidad será muy alta, quedando muy fiel a la imagen.
Generalmente para realizar este tipo de impresión digital es necesario tener como base un material de 100% poliéster blanco (o como mínimo que tenga un alto porcentaje de poliéster). En prendas de otro color el color no se fijará bien y se perderá la tonalidad.
La variedad de sectores donde se puede aplicar esta técnica también es bastante amplia, ya que gracias a su durabilidad y calidad se utiliza bastante, como por ejemplo en señalización publicitaria o en confección de prendas deportivas (camisetas de fútbol, baloncesto, etc.).
Transfer
El transfer es otra técnica de estampación que podría tener cierto parecido a la sublimación. La base de esta técnica es la de realizar primero la impresión de la imagen o diseño en un vinilo o papel siliconado el cual luego vamos a pegar al artículo final mediante calor y presión.
Por lo general un transfer únicamente se puede realizar sobre telas, pero estas no tienen por qué ser blancas ni de poliéster como en la sublimación (en este aspecto es más versátil).
Este tipo de estampación como se puede deducir es más rápido, limpio y económico, pero tiene las limitaciones del artículo final (textil) y el acabado es algo más basto que en la sublimación (se nota al tacto como una imagen con capa plastificada).
Serigrafía
La serigrafía es una técnica que se diferencia claramente de la sublimación o el transfer por su complejidad. ¿Por qué decimos esto? La impresión por serigrafía se realiza mediante un bastidor rígido en el que se coloca y tensa una tela permeable que deja pasar la tinta a la superficie colocada debajo (el producto final).
Ese bastidor rígido o malla deberá crearse con el diseño que se quiera imprimir para tener la base y, una vez se tenga, ya se pueden imprimir todas las unidades que se necesiten (que con una prensa automática imaginaos lo fácil y rápido que se generan las impresiones).
Para tiradas grandes esta técnica es ideal, ya que una vez creada la base con el diseño, sólo queda imprimir una y otra vez sin perder calidad. Lo único malo con respecto a este método es que para varios modelos con tiradas cortas no sale nada rentable.
Por otro lado la impresión por serigrafía en la prenda u objeto es de muy buena calidad. En el producto impreso únicamente se podrá apreciar un pequeño relieve de la tinta (que casi parece bordado) y la impresión será duradera y nítida.
Una de las limitaciones que nos podríamos encontrar con esta técnica es la cantidad de color que se quiera utilizar, ya que cuanto más color se aplique en la imagen, más caro nos saldrá realizar la impresión. Por ejemplo es común que una impresión con serigrafía a un color, sea más barato que una impresión que tenga tres colores. Con esto en mente no nos será posible realizar impresiones con degradados con serigrafía.
Con esta técnica se pueden imprimir en casi todos los materiales, ya que hay máquinas que se adaptan a la forma y textura.
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